Un diseño compuesto comienza con la creación de una nueva función de material compuesto. El sistema guía la configuración del entorno de diseño compuesto solicitando que se seleccione uno o más materiales, se definan la superficie de laminación y la dirección de la pila, y se defina la primera roseta.

Las capas de material y los núcleos que se crean se añaden al árbol de elementos laminados, proporcionando una vista clara de la secuencia de apilado, la codificación de colores y las propiedades. La codificación de colores que asigna el mismo color a las capas de material del mismo tipo garantiza la trazabilidad de la capa en todo el diseño. Es posible reordenar las funciones manuales de capa de material y de capa de material núcleo para cambiar el orden de las capas de material y los núcleos. Se pueden definir transiciones suaves entre capas de material y utilizar la sección de laminado para obtener una idea clara de la estructura de apilamiento.

Una vez definido un diseño compuesto, se puede utilizar una simulación de drapeado para verificar la producibilidad de las capas de material, los núcleos, los empalmes o las secciones de capas de material con el fin de prepararlos para el mecanizado, calcular los patrones planos y exportar un modelo de análisis al formato DXF o DWG.

Cuando se crea una función de material compuesto, se puede crear un sólido basado en la capa como representación del diseño laminado total, con una superficie IML opcional.

Se puede validar el diseño y, a continuación, validar los cambios mediante el análisis estructural integrado en Creo Simulate o exportar el modelo de análisis y realizar el análisis con herramientas de análisis de terceros.

Por último, se puede utilizar una plantilla predefinida para crear automáticamente un libro de capas de material que proporciona un conjunto de plano completo con una sola hoja por objeto laminado.